El domingo tiene un ritmo lento, casi como un suspiro, que invita

El domingo tiene un ritmo lento, casi como un suspiro, que invita a detenernos, respirar profundamente y disfrutar de la calma.
El domingo no empuja, acompaña. Tiene ese ritmo pausado que envuelve sin pedir nada, como un abrazo sin palabras. Nos invita a soltar el apuro, a reencontrarnos con lo esencial y a saborear el presente sin urgencias. A veces, descansar también es una forma de agradecer lo vivido. ☀️